Self-Development
Ikigai: el sentido de la vida


¿Por qué existimos? ¿Para qué vivimos? ¿Cuál es nuestro propósito en la vida? Estas preguntas, siempre difíciles de responder, traducen nuestra búsqueda constante del sentido de la vida, a nivel colectivo e individual. Incluso cuando trabajamos queremos que aquello a lo que nos dedicamos no solo sea algo que traiga dinero, sino que nos llene, nos apasione y ayude a cumplir nuestros objetivos personales.

Los japoneses han desarrollado la técnica Ikigai, sin directa traducción en español, un análisis que ayuda a definir lo que nutre esa motivación que hace que nos levantemos cada mañana. Consiguen identificarlo reflexionando en torno a 4 territorios: aquello que se ama, aquello en lo que destacas, lo que el mundo necesita y aquellas competencias por las que te pueden remunerar.

El área de intersección de estos cuatro ejes permite concretar aquello que puede proporcionarnos equilibrio y completa satisfacción. Digamos que haces algo que te apasiona, que se te da bien y que el mundo necesita. Si no puedes ser pagado por ello, tendrás una carencia que hará que tengas que abandonarlo en algún momento. Esto se aplica también a un ámbito más interior o espiritual; puede que te dediques a una profesión para la que tienes un gran talento, responde a algo que el mundo necesita y te ganes bien la vida con ella. Si no la disfrutas, sentirás un vacío que, a la larga, te desestabilizará. 

El ajetreo diario y  el ansia por exprimir el fin de semana al máximo nos impiden pensar. ¿Qué quiero? ¿Por qué hago lo que hago? Es bueno parar y reflexionar, nos ayuda a seguir creciendo.