Queremos felicitar al estudio barcelonés Peris + Toral por su nominación como finalista del Premio Mies van der Rohe, premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea con su proyecto “85 Social Housing Units”. ✨
Son los sistemas correderos interiores diseñados por nuestro cliente KLEIN Europe, que posibilitan las particiones dinámicas al origen de la adaptabilidad de todos los espacios de este proyecto.
La vivienda diseñada como unidad siempre personalizable: una nueva propuesta de valor, reconocida por este nombramiento.
El Premio de Arquitectura, junto al Premio de Arquitectura Emergente, se darán a conocer a finales de abril. ¡Estamos impacientes por conocer quienes serán los ganadores!
Inaugurada en 1932, esta obra maestra simboliza el perfecto entendimiento entre el arquitecto y sus clientes. Robert Mallet-Stevens, arquitecto innovador, amante de las líneas rectas y de la sencillez conceptual, fue contratado por los Cavrois, una pareja burguesa del norte de Francia conocedora de su obra anterior y con una visión muy clara y vanguardista del hogar que deseaban construir.
Rodeado de 20.000 m2 de parque ajardinado con espejo de agua, el “chateau” soñado por los Cavrois presenta 60 metros lineales de austera fachada y 2.800 m2 de superficie habitable. Sus grandes ventanales y numerosas terrazas junto con unos espacios interiores, amplios y muy luminosos resultaban transgresores para su época. Materiales naturales como la madera y el mármol, una tecnología muy avanzada para su época (calefacción central, teléfono, ascensor etc.), y una organización absolutamente funcional siguen confiriendo una plena actualidad a sus espacios interiores inundados de luz natural. Robert Mallet-Stevens no solo creó los volúmenes arquitectónicos sino también el diseño interior, el mobiliario y el proyecto en su totalidad en base a líneas rectas, simplicidad en las formas, materiales nobles y máxima funcionalidad.
A la vez icono arquitectónico y legado artístico, la Villa Cavrois fue reconocida como tal por el estado francés al ser adquirida en 2001, con el objetivo de llevar a cabo un proceso exhaustivo de restauración, necesario debido al estado de abandono y destrucción en el que se encontraba la mansión, tras haber quedado abandonada al final de los años 80 y ser posteriormente desvalijada y vandalizada.
Un profundo estudio previo de los archivos existentes por parte de historiadores, arquitectos y expertos artesanos hizo posible la rehabilitación conforme al proyecto original.
Pudieron restaurar o reproducir la mayor parte de las piezas de decoración, así como la iluminación y el mobiliario, gracias a antiguas fotografías y restos arqueológicos. Se identificaron y buscaron materiales originales. Expertos artesanos reprodujeron técnicas que ya no se utilizan con el fin de mantener la personalidad y originalidad del proyecto a pesar del tiempo y de los daños sufridos. Restos de pintura en las paredes ayudaron a identificar los colores exactos que tanto caracterizaban los interiores de la mansión. La villa, aunque parca en decoración, había contado con lujosos materiales, robados o destrozados a lo largo de los veinte años previos al proyecto de restauración. El mármol, desaparecido en los años 90, volvió a colocarse, el parqué fue restaurado 70 años después por la misma empresa que lo colocó en 1932… También se tomó la decisión de dejar sin restaurar una de las habitaciones en la parte superior del edificio, como testigo de su tumultuoso pasado.
La rehabilitación del exterior duró 12 años, prolongándose en interiores hasta 2015. Se estima que las obras han costado alrededor de 23 millones de euros.
La Villa Cavrois forma parte desde 2012 del programa mundial de restauración de casas icónicas del siglo XX y se puede visitar. Despliega ahora toda la belleza y encanto de su azarosa historia. Es una visita imprescindible para todos aquellos que se desplacen a la zona de Lille.
Os invitamos a descubrir el antes y el después, el renacimiento de la Villa Cavrois.